Letras tu revista literaria

sábado, 13 de octubre de 2012

Un asno puntos suspensivos



Van cubiertos con paraguas
por si caen aguaceros,
las lagartas y lagartos
lagarterando se ven
allá tras el muro
de la iglesia donde
se la maman a LuzBel.

Aquél ángel caído
que para bien del tesoro
usaron los usureros
con el fin de recobrar lo fiado
a precio, no ya de oro,
sino de cuerpos enteros.

Moribundo va el borrico
que con jota cadenciosa
en un ridículo intento
de ser ándalus primero,
el burrito entre algodones
no destapa, ni delata
al pederasta que tras
sus grandes orejas,
sus ojos negros escarabajos,
se esconde para acariciar
el bello muslo del niño
que a los lomos
del pollino, con perverso fin
sube para sentir
entre sus dedos
la frágil piel del infante.

Si me remitiera al epigrama
que un tal John Donne escribiera
sería mejor mi existencia
no sé yo, mejor sean ustedes
los que tras leer el mismo
se pronuncien y se rasguen
las vestiduras:
“Me llamas afeminado porque
me gustan las mujeres.
Yo no te llamo a ti macho
a pesar de que persigues a los niños."

Así era el burro
con grandes orejas
y negros escarabajos
sus ojos,
para ocultar tras ellos
a un pederasta en ciernes
de escribir  todo con jota.