Letras tu revista literaria

sábado, 8 de noviembre de 2008

Producto con fecha de caducidad


El hombre, además de ser un producto defectuoso, es, inevitablemente, producto con fecha de caducidad.
¿Cómo sería el hombre si la fecha que dicta el día de su retirada del “mercado”, la llevase impresa cual lata de berberechos en su tinta? (Ya sé que los berberechos no tienen tinta). Pues en su salsa.
No quiero imaginarlo porque sin llevarla tatuada como se tatúan los “hombres” amor de madre, o te amo Pili, son algo, cómo los definiría: monstruosos, egoístas, crueles, ruines, zafios…; no, definitivamente no quiero saber ni imaginar cómo se comportarían los malhechores, los bondadosos, los poderosos, los pobres, los dictadores, los “demócratas”, los socialistas, los comunistas, los fascistas, los pederastas, los asesinos, los mercenarios… al contemplarse su fecha de caducidad al levantarse y acostarse, con la estupefacción que tenemos cuando nos encontramos que la única lata de sardinas que hay en la despensa caducó hace unas semanas, que al yogur que ha sido invadido por una legión de seres amorfos y en su calidad de uniformidad devoradora vestidos con un traje de moho, no le podemos hincar el diente…
No, no me lo imagino cómo sería el hombre si supiera con certeza el día de su juicio final.
¿Sería mejor en sus acciones al saber cuándo le sobrevendría el fatídico día?
¿Sería peor, incluso, de lo que lo es en su interrelación social hipócrita y poco honesta?
Menos mal que el hombre como producto defectuoso no lleva inscrita la fatalidad del desenlace de su existencia, porque de este modo mantiene la esperanza, aunque falsa, de alcanzar la eternidad, por supuesto ficticia, aunque algunos filósofos griegos mantuvieran, en su época, que todo es cíclico y que el hombre deja el cuerpo físico, pero se incorpora, su alma, al mundo de lo no visible o de los cuatro elementos.

¿Qué me dices de esta palabra?: Independencia.
En el próximo artículo analizaré en profundidad la falsedad de esta palabra. Por lo pronto sigan “asín”* como dicen en algunos pueblos por que es “muncho”* como dicen en otros, lo que tenemos que ganar por no llevar la fecha de caducidad impresa como una lata de mejillones; pero es curioso por muchas vueltas que le doy no encuentro la razón de que exista una palabra como Independencia…

*Asín: todavía en muchos pueblos y ciudades se dice de este modo en vez de así como adverbio de modo.
*Muncho: también es una forma que adopta el adverbio mucho al que se le suma la ene.