Letras tu revista literaria

jueves, 16 de octubre de 2008

Cerdos






La guerra es la Paz
La Libertad es la Esclavitud
La ignorancia la Fuerza.
Eric Arthur Blair

Cerdos

I

Vosotros, cochinos histéricos,
Que entregados al mundo material
Vais obcecados osando
En vuestros propios excrementos
Removiendo vuestros afiches
Haciendo tambalear los cimientos de la humanidad.

Vosotros que tan bien usáis la hipocresía
Sin dudar defender vuestro estatus de mierda
Condenado al ostracismo
A todo aquel o aquello
Que no se rija
Por vuestros absurdos principios.

Vosotros, cochinos histéricos,
Que tan sólo pensáis
En llenar
Vuestros egoístas estómagos
No dejaréis nada salvo
Sobre la faz de la tierra
Con tal
De salvaguardar
Vuestras míseras vidas de plástico.

Vosotros, cerdos apopléjicos,
Que ni oídos, ni ojos
Os hacen falta
Por que
Ni queréis ver ni oír.
Mucho menos
Aceptar
Vuestra cerril prepotencia antihumana.

II

No, no soy yo
El profeta
Venido a estos tiempos
Para vaticinar vuestra caída,
Ni la venida de mesías alguno,
Tampoco
Para haceros ver
Vuestro destino.

No, no soy el profeta
Venido para predicar
Con el amor y la paz
Inoculándoos, ambos,
En vuestros cerrados corazones.

No, no soy yo
El profeta
Enviado por dios alguno
Para redimiros de nada
Menos de vuestros pecados.

No, no soy el profeta
Ese que sin duda mataríais,
Sin duda, si pusiera
Vuestros culos acomodados en peligro.

No, no soy profeta alguno
Que venga a castigaros con su látigo,
A expulsaros de su templo,
Tan sólo
Soy
Un hombre ingenuo
Que tiene la esperanza
De veros a todos
Con ojos para ver
Con oídos para escuchar
Con alma para ser justo
Con corazón para latir
En pos de un mundo nuevo
Un mundo justo.