En el momento en que escribo estas palabras, con toda seguridad, están muriendo miles de inocentes por la acción despiadada de sus semejantes en calidad de raza, evidentemente, no en actitud y por supuesto tampoco en igualdad.
Matan los poderosos a los débiles: El dinero todo lo corroe es como un ácido corrosivo que devora hasta la entraña de una pieza de acero.
El dinero además, de corromper, eleva al grado de superfluo u efímero todo cuanto le es afín o todo cuanto se puede adquirir con él.
El poder político sustenta al capitalismo para acrecentar sus expectativas y sus intereses, evidentemente, de mantener la riqueza y el poder en manos de los de siempre: Los capitalistas.
Los intereses económicos, políticos y religiosos suelen ir de la mano del capitalismo y por tanto del poder.
Las desigualdades en el mundo existen porque: Económicamente, políticamente o religiosamente son rentables para los poderes establecidos.
Lo triste es la hipocresía con la que los grandes gobernantes afrontan el problema de la desigualdad, de la miseria, de la guerra y de la destrucción del planeta por parte de sus actos, que son a fin de cuentas los que crean: Desigualdad, Miseria, Guerra y Destrucción.
Detrás de todos sus discursos no hay otros elementos: Dinero y Poder en éste orden y viceversa.
Salvador Moreno Valencia