Letras tu revista literaria

lunes, 29 de enero de 2007

El mileurismo y el cambio climático.

¿Les suenan estás palabras? Están de actualidad, como en verano las olas de calor y en invierno las de frío, que nunca llueve a gusto de todos. Si llueve porque llueve, si nieva porque nieva, si hace calor porque hace calor. Pero seguimos cogiendo el coche hasta para ir a mear, perdón por la vulgaridad, para ir a atender nuestras necesidades fisiológicas.

A lo mejor son cosas mías, pero lo de quejarse es un generalidad y a mí generalizar me da grima. Entonces qué es lo que está pasando en el mundo que me rodea. Nadie parece estar satisfecho por nada. Los niños se pegan en las aulas, y queremos buscar culpables y cortarles la cabeza, todo menos mirarnos el ombligo.
No sé, hay periodistas de cierto prestigio que se permiten, el lujo, arremeter contra lo que se les antoja, pero no se miran el ombligo. Igual que todos y ya no digamos los políticos.

El caso es la queja. No sería mejor que se enviaran mensajes positivos y que nos dejásemos de una vez por todas de utilizar el lenguaje catastrófico para hacer crecer, algo más, la incertidumbre de los seres humanos, la desesperanza. ¿En qué nos hemos convertido, en agoreros, cantamañanas que azuzamos los perros del miedo, con mensajes apocalípticos, de guerras nucleares, de terroristas locos? ¿Es que el ser humano no tiene nada mejor que ofrecer?

Quizá lo tenga, pero si es bondad, humanidad, y confianza en un mundo mejor, eso no interesa, no vende, o simplemente, no tiene el mismo morbo que verle las orejas al lobo todas las mañanas cuando abrimos el diario, quizá sea el único modo que tengamos para creernos privilegiados en una sociedad deshumanizada y destructiva.

En fin que yo me quejaba de las quejas y no hago más que quejarme. Me parece que el virus de la queja es peor que el de la gripe aviar.

Saludos cordiales,

Salvador Moreno Valencia©
http://salvadormorenovalencia.mifotoblog.com